•LA MADERA SERÁ UTILIZADA EN EL PROPIO LUGAR DE DONDE PROVIENE.
Al interior de las cortezas, explica Pedro Sanz, asesor ambiental del Gobierno de Cholula, habita el Dendroctronus Mexicanus o gorgojo descortezador, avalado por la Comisión Nacional Forestal (Conafor) para su estudio y su erradicación, el procedimiento consiste en localizar los árboles, realizar un inventario para ser tratado, que a la vez lo avala para su derribo y troceo.
Lo anterior, remarca, se realiza el proceso de fumigación y posterior su trituración, a lo que se está tratando refiere, de no descortezarlo para usar la madera para su propia degradación, del suelo al que pertenece.
Catorce son los polígonos afectados, en total 9 las hectáreas, de un total de 536 que abarca el Cerro Zapotecas a lo que esto confirma su avance, marcando una clara virulencia derivada a la falta de agua ante la temporada de estiaje.
Los pinos, que son principalmente los árboles resilientes en esta zona y adaptables a los incendios, muchos de ellos provocados por el mismo hombre se ven en la necesidad de defenderse con la producción de resina a lo que ellos mismos se vuelven susceptibles al gorgojo y posterior en su propia defensa caen en el deterioro de lo que hoy vemos.
Un llamado alarmante a atenderlo hoy, antes que éste perezca, dentro de la zona delimitada y el perímetro que abarca, las juntas auxiliares más afectadas son, San Francisco Cuapa y San Cristóbal Tepontla en menor extensión, los habitantes se pretende estén informados y tal es así que están involucrados en los trabajos, señaló a lo que se capacita y se coloque una brigada forestal ante las exigencias del propio cerro para monitorear debidamente la plaga que hoy aqueja y adolece los árboles del cerro Zapotecas en una acción recíproca a lo que el proporciona.
La ciudad, refiriéndose a los visitantes, sigue llegando al cerro a lo que la petición es a sólo acudir en bicicleta o caminando, para evitar una fricción innecesaria y la erosión del suelo de su estado natural, en el cerro Zapotecas, la llamada que él mismo hace, es a ayudarlo para mantenerlo vivo, una plaga creciente que al día de hoy ocupa 500 árboles enfermos, extendiéndose a lo que en un inicio eran solo 30 de ellos, acentuándose desafortunadamente por el cambio climático.