DE TODO DESARROLLO DE BRIQUETAS A BASE DE RESIDUOS FORESTALES

DESARROLLO DE BRIQUETAS A BASE DE RESIDUOS FORESTALES

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Estudiantes de UVM Tampico, generan briquetas con hoja de aguacate y extracto de higuerilla con la que obtienen biocombustible
El biocombustible es amigable con el medio ambiente, funciona como fertilizante y sirve para cocinar.


Cindy Hassel Gallegos Barrera y José Pablo Domínguez estudiantes del 7º semestre de la carrera en Ingeniería en Energía y Desarrollo Sustentable de la Universidad del Valle de México Campus Tampico, los dos desarrollaron briquetas que generan biocombustible que sustituye el uso del carbón y que sirve para cocinar en las zonas de Tampico, Madero y Altamira en Tamaulipas.

Una briqueta es elaborada a partir de biomasa, que es una fuente energética renovable, se emplean recursos vegetales o forestales que son considerados residuos en diferentes industrias, estos pueden ser materia orgánica o inorgánica utilizados para generar energía limpia; son biocombustibles para generar calor utilizados en estufas, chimeneas, hornos, etc., que sustituye a la leña con grandes ventajas al medio ambiente.

Asesorados por la Dra. Valeria Rivas Orta, los dos estudiantes comentaron que la idea principal con las briquetas es generar un biocombustible amigable al medio ambiente, que sirva como fertilizante para las plantas, árboles, una combustión y un poder calorífico elevado que sirve para cocinar, para boilers y otros usos.

“José Pablo Cindy, al ver que el biocombustible servía para cocinar, decidieron llevarlo a zonas vulnerables en Tampico principalmente marginadas, que no tienen poder económico para comprar una estufa “nuestro tipo de briqueta es de residuos forestales que vienen siendo las hojas, la corteza de los árboles; utilizamos la hoja de aguacate con extracto de higuerilla, porque vimos las propiedades, es aceitosa, abunda en la zona que vivimos y cumple con las funciones requeridas para el biocombustible”, comentaron.

La higuerilla, señalaron, contiene biocombustible y lo extrajimos; además, la hoja de aguacate tiene combustible, revisamos las propiedades y así funcionó el estudio. “Calculamos también el uso de hoja de pino y hojas de aguacate, las combinamos con pulpa de papel y el resultado fue que arrojó humo negro, por lo tanto no cumplió la función de ayudar al medio ambiente, las cenizas no sirvieron como fertilizante”, indicó la estudiante.

Al no funcionar el biocombustible de hoja de aguacate y hoja de pino, Cindy y José Pablo intentaron ahora con la misma hoja de aguacate, pero utilizaron extracto de higuerilla y aglomerante (maicena) “La higuerilla como ya lo había mencionado contiene bioetanol, al encender el fuego lo mantuvimos durante 45 minutos y no arrojó humo, lo que resultó que este bioetanol cumplió con todos los estándares que queríamos de no contaminar, de que cumpliera la función de poder calorífico y, además, que no tuviera costo”.

Este proyecto de acuerdo con ambos estudiantes, les llevó un semestre de estudio, de trabajos e investigación “nosotros sabíamos que existen las briquetas de residuos orgánicos, por eso decidimos innovar crear algo más, pensamos e investigamos qué tipos de briquetas había y encontramos que no existía nada sobre la hoja de aguacate combinado con el extracto de higuerilla, entonces decidimos poner a prueba y error si funcionaba nuestro estudio y sí, sí funcionó”.

El laboratorio de UVM Campus Tampico fue el escenario en el cual durante un semestre completo Cindy y José Pablo estudiaron su proyecto, “afortunadamente logramos nuestro proyecto, decidimos seguir con él porque lo queremos como proyecto de vida, porque buscamos eliminar el carbón que es muy contaminante y porque es una opción amigable al medio ambiente.

“El carbón se utiliza mucho, de hecho, hay un ingenio cerca de Panuco, que es una ciudad cercana a Tamaulipas; la gente tira la ceniza al pasto, a los árboles, a las plantas y lo que sucede es que cuando llueve la tierra absorbe esas partículas y contamina, la diferencia con nuestro biocombustible es que este es fertilizante, ayudamos a que cuando llueve no contamine la tierra, nuestra briqueta es buen fertilizante, se puede regar en el pasto, plantas pues no tiene ningún combustible o químico que afecte a la naturaleza”, concluyeron.

El proyecto denominado Desarrollo de briquetas a base de residuos forestales de la zona conurbada de Tampico, Madero y Altamira elaborado por Cindy y José Pablo, se presentó durante el 10º Congreso Nacional de Investigación celebrado en la UVM Campus Puebla.