El candidato a secretario general del SETEPID acusó intromisión y financiamiento de políticos en el proceso electoral sindical; exigió “saquen las manos” y “piso parejo”.
El candidato a Secretario General del SETEPID (Sindicato Estatal de Trabajadores del Estado de Puebla Independiente Democrático), Enrique Galindo llamó a políticos “aspirantes” a un cargo de elección popular “Saquen las manos” del proceso electoral magisterial del próximo 27 de Febrero donde participaran más de 3 mil profesores.
“Hacemos un llamado al gobernador Sergio Salomón Céspedes para que intervenga y frene a políticos que tratan de manipular a la base por intereses mezquinos rumbo al 2024”; dijo, ala vez que reveló ha escuchado quejas de trabajadores quienes han sido obligados a participar en reuniones al interior del Estado para sumarse a un proyecto o por el contrario les han prometido espacios de elección popular.
Aunque omitió dar nombres, sostuvo que las pruebas serán entregadas a Salomón Céspedes con el propósito de no enrarecer el clima al interior del SETEPID; empero, es conocedor de la campaña de manipulación de ex dirigentes, como: José Uber Romero Ronquillo, Andrés Fidencio López Ortíz y Olga Dimas Quiñones para favorecer a la candidata Carolina Reyes Arroyo –región Huauchinango-.
Insistió: “Alzo la voz para exigir “saquen las manos” del proceso electoral magisterial y respeten la autonomía sindical. Ha intervenido un personaje principalmente que aspira a la gubernatura, financiando, y creando expectativas de participación política, que junto con ex dirigentes principalmente Olga Dimas Quiñones han interferido para que compañeros no asistieran a nuestros eventos”.
Enfatizó que independientemente de los resultados electorales seguirá con su trabajo hasta el día de hoy, fortaleciendo al SETEPID; por tal motivo pidió a jefes de sector, supervisores, directivos, ex dirigentes y políticos “no ensucien” el proceso que debe ser limpio y democrático para los más de 3 mil agremiados.Finalmente, insistió en el llamado al gobernador para que “ajenos” al proceso magisterial “saquen las manos”, e impedir que tomen a los profesores como “artimaña política”.