HISTORIA EL PULQUE EN LA RELIGIOSIDAD MESOAMERICANA

EL PULQUE EN LA RELIGIOSIDAD MESOAMERICANA

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Las culturas mesoamericanas pensaban que el pulque era una bebida sagrada que conducía a la embriaguez ritual relacionada con la religiosidad y espiritualidad, es decir, estaban en comunión con las deidades, existían dos tipos de embriaguez, la de los nobles y la embriaguez popular, estaban presentes en los pueblos sometidos por la Triple Alianza, el tlatoani de Texcoco Netzahualcóyotl impulsor de las reformas y ordenanzas  en el aspecto militar y religioso, entre las que se encontraba el uso limitado del pulque, Moctezuma Ilhuicamina y Tlacaélel  hicieron la parte jurídica, por lo tanto la embriaguez popular era sujeta a la elite guerrera bajo el control de la Triple Alianza, no así de Tenochtitlan.
El pulque se utilizaba en las fiestas religiosas del calendario ceremonial, donde se permitía la embriaguez espiritual para honrar a los dioses, sin embargo en tiempos externos no se permitía porque el propósito era controlar a la sociedad. La bebida jugaba un papel fundamental en ceremonias de iniciación, ofrendas y sacrificios; se utilizaba también en un juego ritual que evocaba la leyenda del descubrimiento del pulque que organizaba Patécatl (Morador de la medicina) y participaban jóvenes estudiantes para sacerdotes que cuidarían los templos y el culto a los dioses del pulque, cuatrocientos conejos (Centzon totochtin) o cuatrocientos espíritus o dioses menores del pulque.
El pulque y la embriaguez espiritual simbolizaban abundancia y fertilidad, en las fiestas religiosas que se permitía la embriaguez era la estación de secas en el Tlacaxipehualiztli, celebración de los aztecas para honrar al dios Xipe Tótec, el Huey tozoztli la de los agricultores cuando concluía, el Tepeilhuitl (Ceremonia en honor de los cerros), donde emborrachaban a niños y niñas de diez años, las ceremonias del Tepeilhuitl se realizaban en el volcán Popocatépetl y todos los lugares del México donde había montañas altas, Tlaxcala, Tepeaca, Atlixco, Huaquechula, y en Cholula se realizaban en el Tlachihualtepetl donde hacían sacrificios a los dioses del pulque, donde participaban activamente los calpullis y la gente común.
En la fiesta del Pillahuanaliztli (borrachera de los niños) los padrinos y madrinas daban de beber pulque en tacitas a los niños y a los niños de cuna, o daban a probar pulque con el dedo por ser una bebida divina permitiendo con esto la comunión con lo sagrado, por su simbolismo con la muerte y el auguro del renacimiento. En la fiesta del Izcalli había embriaguez comunitaria, donde los ancianos y ancianas se embriagaban y arrojaban pulque al fuego para refrescarlo. Todos tenían oportunidad de embriaguez, una representación de la embriaguez ritual, se observa en el mural de “los bebedores” de Cholula, mural que cuenta con más de 7,000 años, considerado la versión pictográfica más antigua de “un complejo ritual dedicado a los dioses del pulque y su consumo “. 
La embriaguez ritual se restringía a fiestas a las deidades principales del calendario agrícola, la cosecha, ceremonias de la lluvia, nacimientos, matrimonios, entierros e iniciación de guerreros, la embriaguez de la nobleza de los pueblos de la Triple Alianza y la embriaguez de los pueblos sometidos, más bien populares y ocasionales.
Las fiestas estaban dedicadas a la agricultura, la fertilidad y la lluvia, que fue lo que las identificó en la organización social, económica, política y religiosa a las diversas culturas a través de peregrinaciones a santuarios y tianguis donde bebían pulque para embriagarse y estar en éxtasis y en comunicación con los dioses a través de sueños y adivinaciones así como entrar en trance, recibir mensajes y órdenes.

La comunicación entre el hombre y dios era espiritual, realizaban ayunos, autosacrificios, abstinencia sexual, meditación, hipnotismo, meditación, danzas, cantos rítmicos y utilizaban hongos y plantas sagradas porque en la concepción náhuatl, el espíritu se externa para dirigirse a espacios sagrados donde lograban comunicarse con los dioses y sus ancestros, en los ritos religiosos hacían sacrificios, los dioses bebían sangre y los sacerdotes pulque.

Los guerreros al sacrificar bebían pulque para embriagarse y no sentir la muerte, sin exceso para entender la muerte, sin embrutecer, perder la razón y sujetos a su voluntad, el pueblo consumía aguamiel nuevo (huiztli) para niveles bajos de embriaguez, así es como el estado mexica controlaba a la sociedad y embriaguez.
Sacerdotes, gobernantes, altos funcionarios, guerreros, médicos y pochtecas, tenían derecho a beber pulque, a la edad entre 50 a 70 años por haber cumplido honores, eran sobrevivientes de guerras, por su sabiduría, obligaciones del estado, especialmente para enfriar el tonalli, día o destino.
La embriaguez era permitida de acuerdo a la jerarquía o la profesión, bebían solo cuatro tazas que representaban los cuatro rumbos, si bebían más de este número se embriagaban, a lo que la embriaguez ritual comunitaria se realizaba una vez al año en fiestas determinadas para nutrir a los dioses y mantener el orden del universo, logrando la interpretación de los mensajes que enviaban los dioses.

El pulque se consumía y el objetivo principal de la embriaguez ritual era lograr una mejor interpretación de los mensajes que enviaban los dioses, se combinaba pulque y alucinógenos, y su efecto originaba una embriaguez ritual y sagrada; solo bebían este pulque sacerdotes y ancianos que recibían mensajes de los dioses, también los guerreros al morir para su relajación.

Dra. Margarita Tlapa Almonte.